Los Psicodélicos

¿Qué son los psicodélicos?

Los psicodélicos (del griego psique: mente, delos: hacer visible, revelar) son sustancias que inducen un estado alterado de conciencia caracterizado por un promover experiencias místicas durante las cuales las concepciones del mundo y del yo se disuelven, abriendo la posibilidad de explorarse a uno mismo y al mundo desde una nueva lente. Las sustancias psicodélicas más comunes son la psilocibina (que se encuentra en los hongos mágicos), la DMT (que se encuentra en la ayahuasca), la mescalina (que se encuentra en el peyote y los cactus de San Pedro), el LSD y el 2C-B.

¿Por qué toma psicodélicos la gente?

Los estudios sugieren que los psicodélicos podrían ser una terapia revolucionaria para los problemas de salud mental como la depresión, la ansiedad, la adicción, el TOC y el trastorno de estrés postraumático (TEP), gracias a su capacidad para trabajar a un nivel emocional y biológico profundo sobre la psique humana.

Matthew Johnson, quien dirige el Proyecto de Investigación de Psilocibina de la Universidad Johns Hopkins, dice que «a diferencia de casi todos los demás medicamentos psiquiátricos que tienen un efecto biológico directo, estos medicamentos parecen funcionar a través de la biología para abrir una oportunidad psicológica».

Los psicodélicos también pueden generar experiencias profundamente positivas y significativas para las personas que no se enfrentan a ningún problema o dificultad en particular. En un estudio realizado por la Escuela de Medicina Johns Hopkins, el 80% de los que recibieron psilocibina dijo que era una de las cinco experiencias más significativas de sus vidas y el 50% dijo que era la experiencia más significativa. Muchos de los participantes dijeron que se quedaron con la sensación de que se entendían mejor a sí mismos y a los demás y, por lo tanto, tenían mayor compasión y paciencia, un cambio informado por sus colegas, amigos y familiares también.

En definitiva, si consumidos en un entorno adecuado y seguro, la experiencia extraordinaria que los psicodélicos promueven tiene una potente fuerza transformadora en el comportamiento del individuo, a menudo ayudando a las personas a reconstruirse y dejar atrás patrones de comportamiento negativos.